1000 PALABRAS

Tú en el escritorio, yo en la cama con la camisa desabrochada sin perder de vista el avance del minutero, camino hacia a ti por detrás poniendo las manos sobre tus hombros para acariciarlos y empezando a besarte el cuello, te regocijas y nuestros labios se encuentraN...

Te cojo de las manos levantándote de la silla y acercándote hacia la cama quitándote la camiseta y el sujetador, me tumbo y tú encima, la lujuria nos guía en esta noche de pecado. Nuestras lenguas se enredan, te muerdo el labio inferior bajando poco a poco, mis manos en tu pelo, las tuyas en el mio. Mi dedos deslizándose por tus pechos hacia el pantalón para desabrochar el botón y quitártelo, te abalanzas sobre mi cuello y lo muerdes mientras me acaricias el torso. Te cojo con fuerza poniéndote boca abajo y sujetándote las manos contra el colchón, desciendo en un mar de besos y mordiscos por tu cuerpo, tu mirada está perdida ahora que mi lengua es el pincel y tu cuerpo el lienzo sobre el cual plasmo mi obra.

Voy a materializar tus fantasías, hacer que tu libido de dispare, afinar tus gemidos en clave de “si”, que tiemblen las paredes por tus gritos, te dejes las uñas en mi espalda, que el eco de tu voz pulule por el cuarto haciéndonos sentir uno y Dios escuche cómo le nombras entre sollozos y difamaciones. Tu ojos me piden fuego y yo juro llevarte al cielo.

El calor nos domina, mi boca bajando por tu ombligo, del ombligo al pubis, aunque esas bragas tan sexys sean cómodas estarás mejor sin ellas. Te suelto las manos, contemplas hipnotizada cómo te incito lamiendo y besando la parte interna de tu muslo, me acerco hacia tu vulva pasando por el pliegue que une las ingles y los labios superiores besándolos fervientemente, paso mi lengua entre ellos separándolos el uno del otro moviéndola al vaivén de tu respiración, siento lo húmeda que estás y me encanta, apretando los puños, aumentan tus pulsaciones, se aceleran tus latidos y respiración acompañados de muecas de placer, quiero dejarte temblando y cautivada, anonadada y con la mente en blanco, afónica y sin aliento.

Introduzco mis dedos corazón y anular, moviéndolos en ti, dentro y fuera, hacia arriba y abajo mientras te muerdo y beso los labios, gimes y me pides más; bajo con la lengua buceando entre tus fluidos, mis manos en tus pechos notan cómo se te han endurecido los pezones, me muevo hacia el clítoris jugando con él, tus gritos cada vez más altos, más intensos, estás a punto de explotar, arañas el colchón mirando al techo arqueando la espalda, abres la boca y sé que lo he conseguido, gimoteas, sollozas, suspiras, injurias y desafinas con los gritos…

Espiras relajándote, subo a tu boca, esos labios carnosos y ardientes me llaman y respondo dándote a probar tu propio sabor, me muevo hacia tus pechos mordiéndolos, besándolos y lamiéndolos haciendo que se endurezcan aún más, mi palma apretándote delicadamente la vagina calentándote hasta el extremo mientras acaricias mi espalda haciendo círculos. Te levantas apartándome con la mano; ­Ahora me toca a mi…­ dices empezando a besarme los pectorales bajando por la zona abdominal, con tu mano acariciándome el pene por encima de la ropa sintiendo mi erección, desabrochándome el cinturón dejando caer mis pantalones, pasando tu boca por encima de los boxers excitándome aún más, la agarras con fuerza quitando toda prenda que se interponga,
mpieza con besos, sacas la lengua recorriéndola entera desde la punta hasta los huevos, te la introduces en la boca tragándotela entera llenándome de saliva y moviendo la cabeza, haciéndome respirar cada vez más fuerte, te la sacas de la boca y empiezas a apretarla entre sus tetas lamiendo la punta y sigues llevándome al éxtasis.

Te levanto tumbándote en la cama, yo encima, tu mano aún en mi polla acercándome hacia ti deseando que te folle con fuerza, te acaricio los labios introduciéndola poco a poco hasta el fondo sintiendo lo caliente que está, haciendo que llegues al clímax con cada embestida. ­¡¡Más fuerte, dame más, Oh Dios, Si!­ El roce te hace enloquecer, gritando mi nombre, enredando tus piernas a mi cintura y contrayendo los músculos de la vagina aumentando más la fricción, cada vez más rápido, tus gemidos mudos pero intensos, pongo una mano en tus firmes tetas otra en la nuca, besándote mientras te follo con pasión y sin compasión, ­¡¡me voy a correr!!­ exclamas y yo loco por tu movimiento deseando sentir tu flujo, mordiéndote los dedos notando como cada vez contraías más tu vagina a punto de llegar, arañándome la espalda y los brazos con más fuerza pegándome más a tu cuerpo, siento cómo te corres y acto seguido te mueves haciendo que me tumbe para ponerte encima y me encanta.

Siento tus fluidos en mi cuerpo, la mirada de deseo apoyando tus brazos en mi pecho sentada encima de mi gozando metiéndose mi polla hasta el fondo, te cojo del culo y empiezas a moverte cada vez más rápido ¡Azótame!­ gritabas y te golpeo con fuerza, una y otra vez hasta dejarte el culo rojo. Te quito las manos haciendo que tú marques el ritmo, con mis manos en tus tetas y moviéndote en círculos rozando tu punto G haciéndote llegar al orgasmo, fusionando gemidos siendo esto cada vez más placentero deseando que no se acabe, me tienes al borde del delirio y eres consciente de ello, te levantas y empiezas a chupármela como solo tú sabes deseando que acabe en tu boca, eso me encanta, cada vez te mueves más rápido, no aguanto más y me corro dentro, viendo cómo te lo tragas entero esbozando una sonrisa por haberme satisfecho; exhaustos nos tumbamos apoyándote en mi pecho con caricias…

Vas a la ducha relajándote tras el mejor polvo de tu vida, cuando de repente entro al baño contigo, nos miramos, me besas y vuelta a empezar.

Van 999 palabras, con un “si” llegaremos a 1000.