MALENA UNA MUJER DE FUEGO - CAPÍTULO
XI
Actriz de Pelicula
Lo
fui a buscar temprano, quería confesarme una vez más, no me gustaba el morbo
que estaba
sintiendo
dentro de mí, era más fuerte que yo misma.
Padre Miguel: Ave María Purísima
Malena: Sin Pecado Concebida.
Padre Miguel: Continúa relatándome tu infinidad de pecados.
Malena: Esta será una confesión larga, ya quiero contar todo y terminar
con esto.
Padre Miguel: Yo también ya quiero darte una penitencia, te escucho.
Malena: Juan Manuel es el hombre más maravilloso del mundo.
Padre Miguel: Eso no quiero escuchar. Continua
Malena: Mi papa y mi hermana estaban en la capital y Juan Manuel nos
llevó a conocer a sus
papas
y pidió mi mano delante de ellos. Puso un anillo de diamantes en mi dedo y me
dijo que
sea
su esposa. Grite y le dije que sí, sí. Quedamos en casarnos en dos años y vivir
en Estados
Unidos
hasta que yo termine mi carrera en Psicología.
Padre Miguel: Donde vas a vivir en Estados Unidos?
Malena: Las Vegas, Nevada.
Padre Miguel: Degenerado, te está llevando a Sodoma y Gomorra.
Esa
es la ciudad pecado. Te va a meter de prostituta. ¡Que desfachatez!!
Malena: Padre quiere que continúe o no.
Padre Miguel: Cuéntame cómo es que te tiene loca, que te hace aparte de sexo.
¿Cómo es él?
Malena: Los dos estamos locos el uno por el otro. Estudio todo el día y
el viene del trabajo en
las
noches, le preparo su cena o traigo algo de la calle. Los fines de semana
comemos afuera,
vamos
al cine, teatro y después a nuestro nido de amor. Una noche mientras el
manejaba a casa,
yo
le chupaba su miembro…..
Padre Miguel: Te has convertido en Mesalina, quieres hasta la saciedad!!
Malena: Esa noche le dije quería hacerle algo rico que nadie le había
hecho.
Padre Miguel: Un momento desquiciada y de donde sabias algo así, estuviste con
otros
hombres?
Malena: No Padre, Nuestra vecina, una mujer buena fue prostituta de
joven, ella me enseña
como
volver loco a Juan Manuel y él es feliz con todo lo que le hago.
Padre Miguel: Válgame Dios, ahora tienes a una prostituta de profesora, esto
es la perdición
completa.
¿Cómo no va a ser feliz ese degenerado?.
Malena: Ella me dice que todo hombre necesita una puta en la cama, solo
así el hombre es fiel.
Padre Miguel: Perversión es lo que es. Continua Que hiciste:
Malena: Me enseñó algo que vio en una película porno.
Padre Miguel: Válgame Dios, Continúa, continúa.
Malena: Llegamos a nuestro hogar, hacia frio prendimos la chimenea de la
sala. Puse música,
luz
tenue y serví dos vasos de licor, brindamos, bailamos una canción romántica, me
hacía
sentir
su miembro mientras me acariciaba la cara con una mano y una nalga con la otra.
Me
besaba
con pasión, que rico sentir su lengua en mi boca y mi oreja, yo le frotaba mi
pelvis en esa
cosa
tan rica. Termino la canción y lo empuje al sofá. Me saque el vestido
lentamente, me quite
el
brassiere y quede de pie solo con una tanga rosada, collar, aretes en las
orejas, el arete en el
ombligo
y mis tacos altos. En mi dedo de la mano tenia puesto el anillos de compromiso
que
brillaba
como nunca, dándole más fantasía a ese momento maravilloso. Le
desabroche su pantalón, le
baje su trusa y su
miembro ya estaba erecto. Verme completamente desnuda solo con joyas y tacos,
lo excitaba
sobremanera.
Padre Miguel: Desdichado degenerado no tiene derecho a ver eso………sin estar
casado
contigo.
Malena: Me movía sensualmente al compás de la música, A Juan Manuel se
le salían los ojos y
quería
pararse pero le dije que este ere mi juego y que no podía tocarme, me eche en
la alfombra
blanca
y de piel gruesa, sentía la tersura de la alfombra en mi espalda y nalgas, le
pedí que se
masturbara.
Se
agarró su magnífico miembro y se comenzó a masturbar. Juan Manuel me miraba se
lo
agarraba
y me preguntaba si me gustaba?
Yo
le decía que no quería nada más en esos momentos. Juan Manuel se lo acariciaba
moviendo
su
mano de arriba para abajo, era hermoso ver ese cuadro. Su bello rostro, su ojos
viéndome de
arriba
para abajo; sus labios relamiéndose, parecían querer comerme.
Me
acaricié el cuerpo para excitarlo más y hacerlo explotar, me frotaba los senos
y me pellizcaba
los
pezones mordiéndome los labios. Metí la mano dentro del calzón y comencé a
jugar con mis
dedos,
ver su miembro totalmente erecto me ponía al borde de rogar que se venga encima
mío
pero
quería darle una nueva experiencia.
Me
baje la tanga despacito con las manos y cuando llego a mi rodilla, termine de
sacármelo con
mis
pies y se lo tire a la cara, él casi lo agarra con los dientes.
Desnuda
solo con joyas y tacos, me metí el dedo a la vagina acariciándome con los dedos
haciendo
círculos hasta tocarme el clítoris, el muriéndose de lujuria. Me apuré a tener
un
orgasmo
viéndole gozar mi desnudes y yo gozando la de él. Cuando termine saqué los
dedos
de mi vagina y me los
chupe mientras él seguía masturbándose, doblando los ojos de placer.
Me
puse de rodillas, aparte su mano de su pene y me lo metí en la boca. Se lo
chupaba y de rato
en
rato volteaba los ojos para verlo viajar a su orgasmo. Nos veíamos a los ojos y
yo le mandaba
mi
amor con la mirada, no podía hablar pero mis ojos le decían “Te amo”. Gemía
mientras se lo
chupaba
y me convertía en una chiquilla inocente y a la vez en una hembra haciéndole
llegar a
un
clímax a mi hombre. Se vino como un toro en brama.
Padre Miguel: Infeliz poco hombre. Eres su prostituta.
Malena: Esa es la idea de mi amiga, así nuestros hombres nunca buscara a
otra.

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