MALENA - CAPÍTULO XX
Arrivederci Padre Miguel
Es
el último domingo que voy a pasar en mi pueblo. MI hermana y yo estamos en
primera fila
en
la iglesia para la misa del domingo. El padre Miguel se sorprende al verme y se
pone
nervioso
cuando comienza la misa. Lo miro seria, con cara de enojada. El collar que usa
en el
cuello
no deja ver la arañada que le di.
Me
arremango un poco la falda y me desabrocho la blusa, no puede disimular su
sorpresa
cuando
me observa, en mi mente le digo “Deja Vu”.
Termina
la misa y hago fila para comulgar. Cuando me toca mi turno, antes que me ponga
la
hostia
en mi boca, le digo al oído “Quiero meterme en su cama esta noche”.
Me
pone la hostia en mi boca y yo agarro con mis labios parte de su dedo, puedo
ver como se
estremece.
La tarde está por llegar a su fin.
Malena entra a su alcoba, se desnuda y se mete a la regadera. Cierra los
ojos y el agua le da en la cara, se
queda así por un tiempo, como queriendo lavarse de antemano el pecado
que quiere cometer.
Sale del baño envuelta en una toalla,
se sienta en su tocador, se seca el pelo y se maquilla. Deja la toalla
caer y se pone crema al cuerpo. Se
pone más bonita que nunca. Se perfuma el cuerpo con la fragancia que
le gusta al Padre Miguel: Se mira en el espejo, sus ojos
inquietos se ven bellos pero diferentes como si
reflejaran rencor.
Malena maneja hacia el pueblo y puede
ver el sol rojo oscuro ocultándose en el horizonte. La camioneta
arriba a la casa parroquial, la puerta
de la camioneta se abre y Malena baja vestida en color púrpura, su
vestido pegado al
cuerpo, el escote profundo, con la medalla de la virgen adornando sus hermosos
senos, la
minifalda realza la belleza de sus
contorneadas piernas. Sus tacones altos del mismo color del vestido la
hacen ver más esbelta que nunca.
Camina hacia la casa parroquial, su derriere se ve más redondo y
sensual como nunca. Las ventanas de la
casa muestran algo de luz adentro. Malena toca la puerta.
El padre Miguel está sentado en el
viejo mueble leyendo un libro, oye que alguien toca y sonríe
pícaramente. Esta vestido con pantalón
negro y camisa blanca, se puede ver la cicatriz causada por las
uñas de Malena en su cuello. Se
levanta, se dirige a la puerta y la abre.
Malena
esta parada frente a él, imponente. Su pelo castaño lacio largo está radiante.
Los tacones
altos
la hacen ver casi del mismo tamaño del Padre Miguel que se queda observando su
belleza
con
intensidad. Malena lo saca de su trance al empujar la puerta, hacerlos a un
lado y entrar sin
esperar
invitación.
Malena: Me quiero meter a su cama, pero primero quiero ser su confesora,
solo dos
confesiones.
Padre Miguel: Hummm……..Esta bien, vamos a sentarnos.
El
Padre Miguel camina detrás de Malena y no quita sus ojos de su trasero que se
mueve
sensualmente.
Padre Miguel: Que esplendido culo tienes Malena, parece que no traes bragas.
Malena: No me puse calzón para usted Padre, le gusta?.
Padre Miguel: Me estás haciendo hervir la sangre, zorrita, ya te quiero meter
esto.
Se
estaba agarrando el miembro por encima del pantalón y se veía enorme, me hizo
sonrojar
pero
me entro temor, pensé que me iba a violar de nuevo.
Caminan dentro de la pequeña sala, la
mesa tiene flores, una botella de vino y dos vasos. El cuarto es
iluminado por un candelabro con seis
velas ardiendo y creando sombras con los cuerpos.
Malena: Me gustan la luz de las velas, es romántico.
El
Padre Miguel sirve los vasos con nerviosismo y le alcanza uno a Malena: Malena agarra el
vaso
y se lo toma de un solo golpe, ella misma se sirve otro vaso y se sienta en el
viejo mueble.
El
Padre Miguel se sienta a su lado, observa sus piernas como cuando la confesaba.
Padre Miguel: Que quieres que te confiese? No quiero hablar, ya quiero
fornicarte.
El
Padre Miguel esta extasiado mirando las piernas sin hacer ni decir nada. Malena
le agarra la
mano
y se la pone en su pierna.
Malena:. Cuénteme de ese chico simpático vestido de sacerdote del cual
estaba yo
perdidamente
enamorada, ¿Porque se metió de sacerdote si es un salvaje sexual?.
Padre Miguel: A mí me gustaron las mujeres desde chico, pero mi Madre me decía
que todo era
pecado
y nunca me dejó tener una sola amiga.
Cuando
era adolescente me agarró masturbándome viendo una revista con mujeres
desnudas.
Me
castigo y luego me metió en el seminario. Desde entonces tengo un infierno
dentro mio.
Malena: ¿Porque abusó de mí? No tenía que pegarme para hacerme suya.
Padre Miguel: Al sentir tu cuerpo tan cerca y oler tu perfume, los demonios
dentro mío guiaron
mis
actos. Ahora mismo quiero tenerte y no me puedo aguantar. Solo se hacerlo así.
Malena: Entonces ya ha violado antes?. A cuántas mujeres?
Padre Miguel: No quiero hablar de eso.
Malena: Padre Miguel, a la fuerza es feo, déjeme hacerlo a mí, va a ver
que lo llenare de placer.
El
padre Miguel mete su mano debajo de la falda, sus ojos despiden lujuria. Malena
cierra los
ojos.
Padre Miguel: Que rico tocar tus vellos, tus labios vaginales, quiero tenerte.
Sus
manos me quemaban la piel y sus dedos parecían de fuego en mi vagina, sentí
muchos
sentimientos
diferentes. Cerré los ojos y por mi cabeza pasaban miles de ideas. Mi mente
estaba
en
crisis. Me comenzó a entrar un terror peor que la vez anterior. Me arrepentí en
el alma de
haber
venido a la cueva del lobo. Malena que hiciste? Me decía a mí misma. El Padre
Miguel
solo
sabía tener sexo violando. Dios mío, que hice. Un dolor en mi vagina me saco de
mis
pensamientos.
Me metió los dedos dentro con fuerza y me hizo doler.
Malena: Aayyy, Padre Miguel, despacito por favor.
Padre Miguel: Es que me vuelve loco tu coño.
Malena: Nadie se lo va a quitar, soy suya. Lo soy desde que lo vi por
primera vez. Por eso le
mostraba
mi cuerpo. Usted es el hombre más bello que he visto en mi vida. Tenía sueños
donde
usted
me poseía, Si hubiera querido esa vez, usted hubiera sido mi primer hombre, eso
quería
más
que nada.
Padre Miguel: Yo también quería fornicarte, me volvías loco, pero fui un
cobarde, quería
hacerlo
pero el miedo a que me echaran de la Iglesia y de que mi madre se enterara, me
lo
impidió.
No sabes cómo me arrepentí de no haberlo hecho, tú también estabas en mis
sueños y
masturbaciones. Ahora
no me importa que me echen de la Iglesia. Mi Madre murió, soy libre.
Malena
le pone los brazos alrededor del cuello, lo besa con pasión, su lengua comienza
a jugar
sensualmente
dentro de su boca. El padre Miguel la aparta.
Padre Miguel: Quiero beber de tu coño, zorrita,
El
Padre Miguel se arrodilla ante Malena, le arremanga el vestido y pone su cara
entre sus
piernas.
Agarré
el vaso de vino y me lo tome de golpe para darme el valor de aguantar lo que el
Padre
Miguel
me estaba comenzando a hacer. Me comenzó a besar y chupar mi clítoris como un
sediento
en el desierto, me estaba haciendo ver las estrellas, mis ojos cerrados solo
veían
chispas,
estaba chorreando tanto que parecía que me estaba orinando y el Padre Miguel
chupaba
y me metía la lengua con más fuerza, le agarre la cabeza y perdí la noción del
tiempo
al
tener un orgasmo.
Malena: Oh yeah, Siga ahi, más fuerte. Si….si……Creo que me vengo, me
estoy
viniendo…..ahhhh
El
Padre Miguel seguía chupando y bebiendo mis fluidos, aparte su cabeza y le
dije;
Malena: Que rico Padre Miguelito. Quiero ir a la cama, estoy borracha,
cachonda, quiero que
me
meta esa cosa tan grande y tan rica, me muero por su pene.
Los dos se paran y el Padre le besa
bruscamente, ella le pone la mano en la boca, le mordisquea la oreja y el
Padre Miguel se estremece.
Malena: Despacito, Padre Miguel: Despacito es más rico.
Padre Miguel: No sé si pueda contenerme…...
Malena: Yo le voy a enseñar a hacerlo más rico………….
Malena
le toma de la mano y lo guía a la alcoba parroquial, los ojos de él se ven
ansiosos,
abiertos
más de la cuenta, siempre observando sus curvas como si se quisiera meter su
cuerpo
por
los ojos, su lengua no deja de lamerse los labios. Los ojos de Malena tienen un
brillo difícil
de
describir.
Llegan
a la recamara y están parados al lado de la cama que está cubierta con edredón y
almohadas
blancas. La mesa de noche tiene una lámpara vieja que ilumina un poco la
habitación.
Padre Miguel: Quiero que me hagas todo lo que me confesabas que le hacías al
pobre diablo de
Juan
Manuel. Quiero que seas más zorra conmigo.
Malena: Tengo mejores cosas para usted. Malena: Esta vez yo lo voy a abusar. Quiero
satisfacerlo
bien para que nunca se olvide de mí, así como yo no voy a poder sacarlo de mi
mente
nunca.
Malena
le desabotona la camisa casi rompiendo los botones y la tira al suelo, le besa el
cuello y
le
lame la cicatriz causada por su arañada, el padre tiene una expresión de dolor
y placer al
mismo
tiempo, ella le mordisquea los pezones, se los chupa, el Padre Miguel tuerce la
cabeza de
excitación
y cierra los ojos.
Padre Miguel: Me gusta lo que me haces, es delicioso, eres una zorra Malena,
quiero hacerte a
la
fuerzza.
Malena,
le calla metiéndole la lengua todo lo que pueda meter, el Padre Miguel abre los
ojos y
los
vuelve a cerrar.
Padre Miguel: Siento que tu lengua me invade la boca, zorrita y me gusta.
Bézame más, más me
gusta
mucho, me excitaaa..
Malena
comienza con besarle el cuello y baja lamiéndole el pecho hasta llegar al
ombligo. Se
arrodilla
frente a él, le desabrocha el cinturón y le baja el pantalón, el padre tiene su
ropa
interior
blanca larga hasta las rodillas, pero su miembro erecto levanta la tela
formando una
pequeña
carpa. Malena le baja los calzones y su miembro como un animal vivo salta fuera
de la
apretada
prenda.
Esta
vez lo vi detenidamente y era un miembro inmenso, más grande que el de Carlos
Andrés,
mi
primer novio.
Malena: Que grande lo tiene Padre Miguel, parece que quiere explotar, no
sé cómo me va a
entrar
todo eso.
Padre Miguel: No te hagas la santa, si ya te entro toda. Te gustó Zorra?
Malena:….usted sabe que sí, que rico pene tiene, me lo quiero comer.
El
padre Miguel es grande y esbelto, su miembro erecto hace juego con el enorme
físico que
tiene.
Malena se encuentra frente a frente con el falo más grande que ha visto en su
corta vida.
Tímidamente
lo toca con una mano, lo atrapa con sus uñas grandes pintadas de color púrpura
y
juega
con él. El anillo de diamantes brilla tenuemente en esa casi oscuridad.
La
luz de la luna acaba de salir y penetra en la habitación por la ventana
iluminando, dos
cuerpos
bellos, simétricos: El de un hombre desnudo dotado y una mujer con cara de
muñeca,
arrodillada, vestida de
color purpura contemplando con éxtasis el falo erecto.
Lo
agarre con las dos manos, giré mis muñecas con fuerza como exprimiéndolo,
mientras le
bajaba
y subía la piel de la cabeza de su pene, el temblaba de excitación. Le seguí
masturbando
con
una mano, mientras la otra la metía por entre las piernas y le rascaba los
testículos cerca de
su
ano. Él se deshacía de placer.
Padre Miguel: Ohoooo, ahh. Que rico sentir tus uñas, zorrita,
Le
levanté el pene para ver sus testículos, el observaba todos mis movimientos, lo
mire de frente
a
los ojos para estar segura que me veía sacar mi lengua todo lo que pude y
comenzar a lamer
lascivamente
la base de sus testículos y subir hasta la cabeza de su pene, mi otra mano le
seguía
acariciando
y rascando los testículos.
Padre Miguel: Eres la zorra que siempre necesite para calmar este infierno que
tengo dentro.
Ahhhh
quericoo,,,,
Mi
lengua jugaba alrededor de la cabeza de su enorme miembro que estaba
palpitando. Abrí mi
boca
lo más grande que pude y me la comí. Él lanzo un gemido de placer.
Lo
agarraba fuerte y giraba mi muñeca mientras me lo metía y sacaba de mi boca,
acariciando
con
mi lengua la cabeza y gimiendo cada vez que me lo metía dentro de la boca. ,
haciéndole
sentir
que me encantaba hacerlo.
Malena: Huum. Hummm, que rica verga tiene Padre Miguel:, me gusta, me encanta chuparla.
Hummmm,
quiero chupársela siempre, hummm
Padre Miguel: ahooo, que caliente es tu boca zorra, sigue, no pares. Es
exquisito, , que ricooo.
Se
lo chupe como si fuera una paleta de mi sabor favorito, le miraba de frente a
los ojos cuando
se
lo chupaba, le guiñaba el ojo y se lo comía con más ganas.
Malena: Humm, hummm, muchch
Padre Miguel: Sigue Zorra, me gusta, eres una ramera que le gusta el pene.
Malena
se metía y sacaba el miembro de su boca utilizando su cabeza, mientras sus
manos
acariciaban
las prominentes nalgas del Padre Miguel:
Malena
le deja de chupar de improviso y él pone una mirada de pánico. Ella se pone de
pie y lo
empuja
a la cama. El cuerpo fornido del Padre Miguel case pesadamente a la cama y la
hace
crujir:
Craclkkk
El
Padre Miguel trata de levantarse, pero ella con todas sus fuerzas lo hace echar
de nuevo y la
habla
con una voz diferente, más sensual, cachonda.
Malena: Usted relájese, Padre Miguelito esta vez yo dirijo. Soy su puta.
Déjeme bailarle
primero.
El
Padre Miguel se acomoda en la cama y apoya su cabeza en las almohadas para
observar a su
presa.
Su miembro parece una estaca. Malena comienza a bailar y mover su provocativo
cuerpo
al ritmo de una canción saliendo de sus
labios: “I want you baby, this body is for you, only
you…I want to do you.”
Malena
se desabotona el vestido y muestra sus hombros pequeños terminando en el
comienzo
de
sus protuberantes senos, se desabotona el resto y el vestido cae al suelo,
mostrando un
cuerpo
de Venus iluminada por la luz de la luna. El brassiere es todo lo que tiene en
el cuerpo.
El
color purpura de la única prenda en el cuerpo, la hace ver como una mujer de
fantasía, una
mujer
del futuro que contrasta con el cuarto austero donde durmió o fornico el primer
cura que
llego
y no hubo ningún cambio desde entonces. Solo El Cristo en la pared es testigo
de todo lo
que
ocurrió y ocurrirá en este aposento.
Se
contornea sensualmente mientras se quita el brassiere, sus senos salen libres y
son un
espectáculo
verlos, es imposible quitar la vista de ellos, son turgentes, sensuales. El
padre
Miguel
esta extasiado contemplándolos. Se sacude la cabeza para salir de su trance.
Padre Miguel: Eres una zorra tremenda, me excita como bailas, nunca he visto
nada parecido ni
en
películas, me provocan mamar tus senos. Ven a la cama ramera. Hazme lo que me
prometiste.
Quiero fornicarte.
Malena: Yo soy la que mando, acuérdese!!. Usted va a gozar pero tiene
que tener paciencia.
Padre Miguel: Ya, Ya acércate!!!!
Malena
se sube a la cama y se echa encima de él , lo besa y los dos se enfrascan en un
beso largo,
él
acaricia el cuerpo de ella. Baja las manos por la pequeña espalda, hacia los
redondas nalgas y
las
piernas, las dos manos se quedan acariciando sus nalgas.
Padre Miguel: Zorra, tienes la piel de terciopelo, mis manos gozan al
acariciar tu piel. Zorrita
estoy
hirviendo.
Su
miembro erecto me hincaba debajo de la barriga y me hacía cosquillas
lujuriosas. Me monte
encima
de él y le pase mis senos por su pecho, su barriga, baje a su miembro y se lo
acaricie con
mis
tetas, le masaje sus testículos con mis pezones y el Padre Miguel se movió como
si le
estuviera
entrando electricidad.
Subí
le di un beso en la boca con lengua y después le puse un seno a la altura de su
boca y le
dije:
Despacio Padre Miguelito……….Me las chupo uno por uno y yo me moría de excitada.
Ese
fue
mi parte débil siempre y esta vez no iba a ser la excepción. Su pene parecía
que estaba buscando donde meterse y mi vagina también quería recibirlo, pero me
aparte, el abrió los ojos
y
frunció el ceño como cuando me violo. Me dio un terror terrible.
Padre Miguel: Ven para aquí zorra, te la voy a meter, ya no aguanto!!!
Malena: Padre Miguel, lo voy a volver loco de placer, más que a Juan
Manuel no es eso lo que
quería?,
Quiero ser la yegua y usted el semental, déjeme colocarme para que me haga
suya.
El
Padre Miguel se levanta de la cama y Malena se pone de cuatro al filo de la
cama, jala las
almohadas
hacia ella, se apoya en ellas y levanta todo su hermoso trasero, listo para
recibir al
Padre
Miguel, que está parado delante de ella, extasiado mirando las nalgas de su
hembra lista
para
ser poseída.
Malena: Soy su hembra cójame, Mi clítoris está palpitando por su verga.
Ya métamela por
favor..
Malena
cierra los ojos esperando la embestida. El Padre Miguel le da una nalgada
fuerte que
hace
estremecer su cuerpo. Malena con los ojos cerrados recibe la palmada no tan
estoicamente.
Malena: Ayyyyy. Que bruto.
El
Padre se agarra el formidable miembro y se le hunde todo como queriendo hacerle
sentir
todo
de él. Malena abre los ojos grandes y después los voltea.
El
Padre Miguel la penetra salvajemente agarrándole las caderas
Padre Miguel: Toma Zorra, trágate mi pene, echas fuego por tus nalgas, toma
zoorra, toma.,
para
que nunca quieras otro pene. Ramera. Solo el mio.
Malena: Asi, asi que rico, siga, siga, quiero mas,,mas. woooa me esta
matando, que grande y
que
rica, padre me gusta su verga, que rico, ahyyyyyyyyyyy, asi, asii, me gustaaaa.
Siga, Siga, lo
siento
todo adentro, que rico.
El
Padre Miguel sigue penetrándola y golpeando sus nalgas con sus testículos. Saca
el falo y lo
vuelve
a hundir, una y otra vez. Malena levanta más la nalga y mueve las caderas, se
menea, al
ritmo
de las embestidas del cura que se ponen más bruscas.
Padre Miguel: Esto es demasiadooo, que lujuria siento por ti zorrita. aoooo,
me excitas mucho,
te
quiero llenar de mi semen.
Sentí
que se venía, me hice a un lado y me lo saqué. Me agarro del brazo y me jaló
hacia
él bruscamente.
Padre Miguel: Esta rico asi, no pares, zorrita linda..
Malena: Le voy a hacer algo más rico. Le voy a amarrar las manos para
que no me pueda tocar.
Le
voy a coger hasta sacarles los sesos.
El
padre miguel se hecho en la cama con su miembro moviéndose de lado a lado.
Agarré las
almohadas
y se las coloqué debajo de la cabeza para ponerlo cómodo. Le amarré una mano
con
mi
brassiere y la otra con sus calzones blancos. Me subí encima de él.
Malena
le agarra el miembro, se lo introduce poco a poco…. Cada centímetro le entra
libidinosamente,
hasta sentarse de golpe y producir un sonido de cachetada con las nalgas:
“Sheteck”.
Ahora tiene todo el miembro del Padre Miguel dentro. Se agarra de la cabecera
de la
cama
y mueve sus caderas en un vaivén, metiéndose y sacándose el pene, mientras el
Padre
Miguel
embiste cada vez que Malena se lo mete y se oye de nuevo el cacheteo de sus
nalgas
cuando
se sienta totalmente en el pene.
Padre Miguel: Zorra tu vagina está viva, me gusta cómo se come mi falo. Quiero
que hables
como
lo puta que eres!!!! Eres una ramera, que te encanta mi pene.
Malena: Si me gusta la verga, de todos los hombres, soy una ramera, una
Mesalina como usted
me
dice. Ahha, que rico me entra su verga. Ayy, me la estoy comiendo. Le gusta
como lo cojo,
Padre
Miguel, usted es mi macho, ayyy que ricooo, que cosa tan grande, me lo estoy
comiendo
con
mi vagina, que rico……se lo estoy mordiendo.
Padre Miguel: Sigue que rico, me gusta como fornicas zorra, ahhy, sigue…Asi,
asi
Malena
se movía cabalgando al Padre Miguel que le apretaba los senos y las nalgas con
ansiedad.
Malena paro de improviso y se desmonto de él.
Padre Miguel: No por favor no, sigue me matas de placer.
Malena
se hace a un lado y el abre los ojos con desesperación.
Malena: Le voy a hacer una cosa rica, le voy a violar con mi vagina.
Padre Miguel: Si hazlo pero ya quiero tu coño, zorrita, dámelo. No me hagas
enfadar. Yaa!!!!!.
Dame
tu Coñño!!!!!
Malena: Primero, lo voy a amarrar para que no me pueda tocar y esa sea
su tortura.
Busqué
como amarrarlo, usé mi brassiere y sus calzones blancos, le amarré las dos
manos a los
postes
de la cama y le puse un nudo fuerte para que no puede soltarse por sí solo. .
Malena
se recoge el pelo castaño largo y se hace un moño. La cara de Malena ha
cambiado, se fe
pérfida,
mala, su bello rostro de muñeca se ve maléfico. El falo del Padre Miguel está
completamente
erecto y Malena, le hace levantar las piernas y encoger las rodillas, viene
encima de el, agarra su miembro y se lo introduce. Ella es la que se mueve,
parece que ella es la que lo
está
penetrando.
Malena: Te gusta cómo te cojo Miguelito?
Padre Miguel: Si me gusta, sigue. Esta rico. Ohhh, ahhhn que rico.
Malena
se mueve salvajemente sacándose y metiéndose el pene.
Malena
frunce el ceño y con el cabello recogido su rostro se parece al del muñeco
Chucky.
Malena: Yo soy quien te cojo ahora, tu eres mi perra.
Padre Miguel: Me gusta este juego, si tú me estas fornicando, me gusta que me
abuses, que rico,
me
encanta.
Malena: Quien es mi perra ahora, dime quien, dime que tu eres mi perra.
Si no lo saco.
Malena
parece desquiciada, montada encima de él, el cuadro pintaba como si ella fuera
el
agresor
y el la víctima. Se lo sacaba y metía con rapidez y rabia.
Malena: Dime quien es mi perra ahora, habla quien es mi puta
Padre Miguel: Yo soy tu perra, tu puta. Hay que ricooom ahhhh ,
Padre Miguel: Ya no puedo, ya noooooooohooooo, ayyyyyyyyy,ooooohhhhhh. Ya me
vengo
que
ricoooo.. ahhhhhhh….aahhhhhhh.
El
Padre Miguel se viene dando estertores como si tuviera epilepsia.
Padre Miguel: Uff, que rico me fornicaste zorrita. Ya desátame, se me
adormecieron los brazos.
Malena
se levanta, se acerca a la mesa de noche, con las dos manos levanta la vieja
lámpara de
metal
sobre la cabeza del Padre Miguel que esta con los ojos cerrado todavía
recuperándose de
la
faena sexual. Malena le estrella la lámpara en la cabeza rompiéndole la ceja y
haciéndole
perder
el conocimiento. Un chorro de sangre baja por la ceja del rostro del sacerdote
desnudo.
Pasaron
breves minutos, Malena esta vestida parada frente a la cama, observándolo con
desprecio.
Agarra un balde de agua fría y se la hecha en la cara del Padre Miguel: El agua lo
hace
volver en sí y le lava un poco la sangre de la cabeza. Tiene las piernas
abiertas, porque sus
pies
también están amarrados a los postes de la cama.
Padre Miguel: Ohoo, ayyy. Que has hecho insensata. Zorra del demonio
Malena: Le dolió el golpe? Cura hijo de perra, a mí también me dolió que
me golpearas.
No
te enseñó la Zorra de tu madre que a una mujer nunca se le pega.
Padre Miguel: Eres una zorra, te voy a hacer pagar esto.
Malena: La Zorra es tu madre por haber parido a un monstruo como tú. Yo
me llamo Malena,
insecto.
Malena
saca una vela del candelabro, y la apaga, pone la base de la vela en el fuego
de otra vela
y
la cera comienza a derretirse. Malena gira la vela y la cera derretida
alrededor de la vela hace
que
se asemeje a un pene.
Padre Miguel: Noo, noo, que estás haciendo Zorra Maldita, no, nooooo.
Malena
le introduce la vela goteando de cera al ano. Se lo mete hasta que sus manos
chocan con
sus
nalgas.
Padre Miguel: NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.AYYYYYYYYYYYYY
Malena: ESO ES LO QUE SIENTE UNA MUJER CUANDO LA VIOLAN, CURA HIJO DE
PUTA!!!!!!!!!!
Me
puse mi vestido y salí corriendo de esa maldita casa donde nunca debí haber
entrado.
Esa
misma noche me fui a la capital y al día siguiente me encontraba sentada
volando a Estados
Unidos.
Miré
por la ventana del avión y vi a lo lejos la ciudad donde fui tan feliz. . Lloré
por Juan
Manuel,
cuanto lo amo por Dios, que fue lo que hice.
No
podría haberle visto a los ojos. Le mande una carta diciéndole que no me
esperara, que
quería
ir sola primero, vivir sola en la Universidad. Sé que no me creerá y se volverá
loco. Sufro
al
pensar en lo que pensara o dirá:
Malena,
mira su mano y se fija en el anillo de diamantes, se lo saca y lo pone en su
cartera. Su
mirada
es triste y lágrimas corren por sus mejillas, voltea hacia la ventana del avión
para no ser
vista
por los demás pasajeros.
Malena: “ Oh Dios mío perdóname por todo lo que hice, a mi hazme pagar
todo pero que Juan
Manuel
no sufra por favor”, Oh Mi Dios, que sea feliz con alguien. Dios ten
misericordia de mí,
que
no esté esperando un hijo, no sabría de quien es.
Mi
vida estaba fragmentada en pedazos. Sería imposible reconstruirla.
FIN

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