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MALENA - CAPÍTULO XX 
Arrivederci Padre Miguel


Es el último domingo que voy a pasar en mi pueblo. MI hermana y yo estamos en primera fila
en la iglesia para la misa del domingo. El padre Miguel se sorprende al verme y se pone
nervioso cuando comienza la misa. Lo miro seria, con cara de enojada. El collar que usa en el
cuello no deja ver la arañada que le di.
Me arremango un poco la falda y me desabrocho la blusa, no puede disimular su sorpresa
cuando me observa, en mi mente le digo “Deja Vu”.
Termina la misa y hago fila para comulgar. Cuando me toca mi turno, antes que me ponga la
hostia en mi boca, le digo al oído “Quiero meterme en su cama esta noche”.
Me pone la hostia en mi boca y yo agarro con mis labios parte de su dedo, puedo ver como se
estremece.
La tarde está por llegar a su fin. Malena entra a su alcoba, se desnuda y se mete a la regadera. Cierra los
ojos y el agua le da en la cara, se queda así por un tiempo, como queriendo lavarse de antemano el pecado
que quiere cometer.
Sale del baño envuelta en una toalla, se sienta en su tocador, se seca el pelo y se maquilla. Deja la toalla
caer y se pone crema al cuerpo. Se pone más bonita que nunca. Se perfuma el cuerpo con la fragancia que
le gusta al Padre Miguel: Se mira en el espejo, sus ojos inquietos se ven bellos pero diferentes como si
reflejaran rencor.
Malena maneja hacia el pueblo y puede ver el sol rojo oscuro ocultándose en el horizonte. La camioneta
arriba a la casa parroquial, la puerta de la camioneta se abre y Malena baja vestida en color púrpura, su
vestido pegado al cuerpo, el escote profundo, con la medalla de la virgen adornando sus hermosos senos, la

minifalda realza la belleza de sus contorneadas piernas. Sus tacones altos del mismo color del vestido la
hacen ver más esbelta que nunca. Camina hacia la casa parroquial, su derriere se ve más redondo y
sensual como nunca. Las ventanas de la casa muestran algo de luz adentro. Malena toca la puerta.
El padre Miguel está sentado en el viejo mueble leyendo un libro, oye que alguien toca y sonríe
pícaramente. Esta vestido con pantalón negro y camisa blanca, se puede ver la cicatriz causada por las
uñas de Malena en su cuello. Se levanta, se dirige a la puerta y la abre.
Malena esta parada frente a él, imponente. Su pelo castaño lacio largo está radiante. Los tacones
altos la hacen ver casi del mismo tamaño del Padre Miguel que se queda observando su belleza
con intensidad. Malena lo saca de su trance al empujar la puerta, hacerlos a un lado y entrar sin
esperar invitación.
Malena: Me quiero meter a su cama, pero primero quiero ser su confesora, solo dos
confesiones.
Padre Miguel: Hummm……..Esta bien, vamos a sentarnos.
El Padre Miguel camina detrás de Malena y no quita sus ojos de su trasero que se mueve
sensualmente.
Padre Miguel: Que esplendido culo tienes Malena, parece que no traes bragas.
Malena: No me puse calzón para usted Padre, le gusta?.
Padre Miguel: Me estás haciendo hervir la sangre, zorrita, ya te quiero meter esto.
Se estaba agarrando el miembro por encima del pantalón y se veía enorme, me hizo sonrojar
pero me entro temor, pensé que me iba a violar de nuevo.
Caminan dentro de la pequeña sala, la mesa tiene flores, una botella de vino y dos vasos. El cuarto es
iluminado por un candelabro con seis velas ardiendo y creando sombras con los cuerpos.
Malena: Me gustan la luz de las velas, es romántico.
El Padre Miguel sirve los vasos con nerviosismo y le alcanza uno a Malena: Malena agarra el
vaso y se lo toma de un solo golpe, ella misma se sirve otro vaso y se sienta en el viejo mueble.
El Padre Miguel se sienta a su lado, observa sus piernas como cuando la confesaba.
Padre Miguel: Que quieres que te confiese? No quiero hablar, ya quiero fornicarte.
El Padre Miguel esta extasiado mirando las piernas sin hacer ni decir nada. Malena le agarra la
mano y se la pone en su pierna.
Malena:. Cuénteme de ese chico simpático vestido de sacerdote del cual estaba yo
perdidamente enamorada, ¿Porque se metió de sacerdote si es un salvaje sexual?.
Padre Miguel: A mí me gustaron las mujeres desde chico, pero mi Madre me decía que todo era
pecado y nunca me dejó tener una sola amiga.
Cuando era adolescente me agarró masturbándome viendo una revista con mujeres desnudas.
Me castigo y luego me metió en el seminario. Desde entonces tengo un infierno dentro mio.
Malena: ¿Porque abusó de mí? No tenía que pegarme para hacerme suya.
Padre Miguel: Al sentir tu cuerpo tan cerca y oler tu perfume, los demonios dentro mío guiaron
mis actos. Ahora mismo quiero tenerte y no me puedo aguantar. Solo se hacerlo así.
Malena: Entonces ya ha violado antes?. A cuántas mujeres?
Padre Miguel: No quiero hablar de eso.
Malena: Padre Miguel, a la fuerza es feo, déjeme hacerlo a mí, va a ver que lo llenare de placer.
El padre Miguel mete su mano debajo de la falda, sus ojos despiden lujuria. Malena cierra los
ojos.
Padre Miguel: Que rico tocar tus vellos, tus labios vaginales, quiero tenerte.
Sus manos me quemaban la piel y sus dedos parecían de fuego en mi vagina, sentí muchos
sentimientos diferentes. Cerré los ojos y por mi cabeza pasaban miles de ideas. Mi mente estaba
en crisis. Me comenzó a entrar un terror peor que la vez anterior. Me arrepentí en el alma de
haber venido a la cueva del lobo. Malena que hiciste? Me decía a mí misma. El Padre Miguel
solo sabía tener sexo violando. Dios mío, que hice. Un dolor en mi vagina me saco de mis
pensamientos. Me metió los dedos dentro con fuerza y me hizo doler.
Malena: Aayyy, Padre Miguel, despacito por favor.
Padre Miguel: Es que me vuelve loco tu coño.
Malena: Nadie se lo va a quitar, soy suya. Lo soy desde que lo vi por primera vez. Por eso le
mostraba mi cuerpo. Usted es el hombre más bello que he visto en mi vida. Tenía sueños donde
usted me poseía, Si hubiera querido esa vez, usted hubiera sido mi primer hombre, eso quería
más que nada.
Padre Miguel: Yo también quería fornicarte, me volvías loco, pero fui un cobarde, quería
hacerlo pero el miedo a que me echaran de la Iglesia y de que mi madre se enterara, me lo
impidió. No sabes cómo me arrepentí de no haberlo hecho, tú también estabas en mis sueños y
masturbaciones. Ahora no me importa que me echen de la Iglesia. Mi Madre murió, soy libre.
Malena le pone los brazos alrededor del cuello, lo besa con pasión, su lengua comienza a jugar
sensualmente dentro de su boca. El padre Miguel la aparta.
Padre Miguel: Quiero beber de tu coño, zorrita,
El Padre Miguel se arrodilla ante Malena, le arremanga el vestido y pone su cara entre sus
piernas.
Agarré el vaso de vino y me lo tome de golpe para darme el valor de aguantar lo que el Padre
Miguel me estaba comenzando a hacer. Me comenzó a besar y chupar mi clítoris como un
sediento en el desierto, me estaba haciendo ver las estrellas, mis ojos cerrados solo veían
chispas, estaba chorreando tanto que parecía que me estaba orinando y el Padre Miguel
chupaba y me metía la lengua con más fuerza, le agarre la cabeza y perdí la noción del tiempo
al tener un orgasmo.
Malena: Oh yeah, Siga ahi, más fuerte. Si….si……Creo que me vengo, me estoy
viniendo…..ahhhh
El Padre Miguel seguía chupando y bebiendo mis fluidos, aparte su cabeza y le dije;
Malena: Que rico Padre Miguelito. Quiero ir a la cama, estoy borracha, cachonda, quiero que
me meta esa cosa tan grande y tan rica, me muero por su pene.
Los dos se paran y el Padre le besa bruscamente, ella le pone la mano en la boca, le mordisquea la oreja y el
Padre Miguel se estremece.
Malena: Despacito, Padre Miguel: Despacito es más rico.
Padre Miguel: No sé si pueda contenerme…...
Malena: Yo le voy a enseñar a hacerlo más rico………….
Malena le toma de la mano y lo guía a la alcoba parroquial, los ojos de él se ven ansiosos,
abiertos más de la cuenta, siempre observando sus curvas como si se quisiera meter su cuerpo
por los ojos, su lengua no deja de lamerse los labios. Los ojos de Malena tienen un brillo difícil
de describir.
Llegan a la recamara y están parados al lado de la cama que está cubierta con edredón y
almohadas blancas. La mesa de noche tiene una lámpara vieja que ilumina un poco la
habitación.
Padre Miguel: Quiero que me hagas todo lo que me confesabas que le hacías al pobre diablo de
Juan Manuel. Quiero que seas más zorra conmigo.
Malena: Tengo mejores cosas para usted. Malena: Esta vez yo lo voy a abusar. Quiero
satisfacerlo bien para que nunca se olvide de mí, así como yo no voy a poder sacarlo de mi
mente nunca.
Malena le desabotona la camisa casi rompiendo los botones y la tira al suelo, le besa el cuello y
le lame la cicatriz causada por su arañada, el padre tiene una expresión de dolor y placer al
mismo tiempo, ella le mordisquea los pezones, se los chupa, el Padre Miguel tuerce la cabeza de
excitación y cierra los ojos.
Padre Miguel: Me gusta lo que me haces, es delicioso, eres una zorra Malena, quiero hacerte a
la fuerzza.
Malena, le calla metiéndole la lengua todo lo que pueda meter, el Padre Miguel abre los ojos y
los vuelve a cerrar.
Padre Miguel: Siento que tu lengua me invade la boca, zorrita y me gusta. Bézame más, más me
gusta mucho, me excitaaa..
Malena comienza con besarle el cuello y baja lamiéndole el pecho hasta llegar al ombligo. Se
arrodilla frente a él, le desabrocha el cinturón y le baja el pantalón, el padre tiene su ropa
interior blanca larga hasta las rodillas, pero su miembro erecto levanta la tela formando una
pequeña carpa. Malena le baja los calzones y su miembro como un animal vivo salta fuera de la
apretada prenda.
Esta vez lo vi detenidamente y era un miembro inmenso, más grande que el de Carlos Andrés,
mi primer novio.
Malena: Que grande lo tiene Padre Miguel, parece que quiere explotar, no sé cómo me va a
entrar todo eso.
Padre Miguel: No te hagas la santa, si ya te entro toda. Te gustó Zorra?
Malena:….usted sabe que sí, que rico pene tiene, me lo quiero comer.
El padre Miguel es grande y esbelto, su miembro erecto hace juego con el enorme físico que
tiene. Malena se encuentra frente a frente con el falo más grande que ha visto en su corta vida.
Tímidamente lo toca con una mano, lo atrapa con sus uñas grandes pintadas de color púrpura y
juega con él. El anillo de diamantes brilla tenuemente en esa casi oscuridad.
La luz de la luna acaba de salir y penetra en la habitación por la ventana iluminando, dos
cuerpos bellos, simétricos: El de un hombre desnudo dotado y una mujer con cara de muñeca,
arrodillada, vestida de color purpura contemplando con éxtasis el falo erecto.

Lo agarre con las dos manos, giré mis muñecas con fuerza como exprimiéndolo, mientras le
bajaba y subía la piel de la cabeza de su pene, el temblaba de excitación. Le seguí masturbando
con una mano, mientras la otra la metía por entre las piernas y le rascaba los testículos cerca de
su ano. Él se deshacía de placer.
Padre Miguel: Ohoooo, ahh. Que rico sentir tus uñas, zorrita,
Le levanté el pene para ver sus testículos, el observaba todos mis movimientos, lo mire de frente
a los ojos para estar segura que me veía sacar mi lengua todo lo que pude y comenzar a lamer
lascivamente la base de sus testículos y subir hasta la cabeza de su pene, mi otra mano le seguía
acariciando y rascando los testículos.
Padre Miguel: Eres la zorra que siempre necesite para calmar este infierno que tengo dentro.
Ahhhh quericoo,,,,
Mi lengua jugaba alrededor de la cabeza de su enorme miembro que estaba palpitando. Abrí mi
boca lo más grande que pude y me la comí. Él lanzo un gemido de placer.
Lo agarraba fuerte y giraba mi muñeca mientras me lo metía y sacaba de mi boca, acariciando
con mi lengua la cabeza y gimiendo cada vez que me lo metía dentro de la boca. , haciéndole
sentir que me encantaba hacerlo.
Malena: Huum. Hummm, que rica verga tiene Padre Miguel:, me gusta, me encanta chuparla.
Hummmm, quiero chupársela siempre, hummm
Padre Miguel: ahooo, que caliente es tu boca zorra, sigue, no pares. Es exquisito, , que ricooo.
Se lo chupe como si fuera una paleta de mi sabor favorito, le miraba de frente a los ojos cuando
se lo chupaba, le guiñaba el ojo y se lo comía con más ganas.
Malena: Humm, hummm, muchch
Padre Miguel: Sigue Zorra, me gusta, eres una ramera que le gusta el pene.
Malena se metía y sacaba el miembro de su boca utilizando su cabeza, mientras sus manos
acariciaban las prominentes nalgas del Padre Miguel:
Malena le deja de chupar de improviso y él pone una mirada de pánico. Ella se pone de pie y lo
empuja a la cama. El cuerpo fornido del Padre Miguel case pesadamente a la cama y la hace
crujir: Craclkkk
El Padre Miguel trata de levantarse, pero ella con todas sus fuerzas lo hace echar de nuevo y la
habla con una voz diferente, más sensual, cachonda.
Malena: Usted relájese, Padre Miguelito esta vez yo dirijo. Soy su puta. Déjeme bailarle
primero.
El Padre Miguel se acomoda en la cama y apoya su cabeza en las almohadas para observar a su
presa. Su miembro parece una estaca. Malena comienza a bailar y mover su provocativo cuerpo
al ritmo de una canción saliendo de sus labios: “I want you baby, this body is for you, only
you…I want to do you.”
Malena se desabotona el vestido y muestra sus hombros pequeños terminando en el comienzo
de sus protuberantes senos, se desabotona el resto y el vestido cae al suelo, mostrando un
cuerpo de Venus iluminada por la luz de la luna. El brassiere es todo lo que tiene en el cuerpo.
El color purpura de la única prenda en el cuerpo, la hace ver como una mujer de fantasía, una
mujer del futuro que contrasta con el cuarto austero donde durmió o fornico el primer cura que
llego y no hubo ningún cambio desde entonces. Solo El Cristo en la pared es testigo de todo lo
que ocurrió y ocurrirá en este aposento.
Se contornea sensualmente mientras se quita el brassiere, sus senos salen libres y son un
espectáculo verlos, es imposible quitar la vista de ellos, son turgentes, sensuales. El padre
Miguel esta extasiado contemplándolos. Se sacude la cabeza para salir de su trance.
Padre Miguel: Eres una zorra tremenda, me excita como bailas, nunca he visto nada parecido ni
en películas, me provocan mamar tus senos. Ven a la cama ramera. Hazme lo que me
prometiste. Quiero fornicarte.
Malena: Yo soy la que mando, acuérdese!!. Usted va a gozar pero tiene que tener paciencia.
Padre Miguel: Ya, Ya acércate!!!!
Malena se sube a la cama y se echa encima de él , lo besa y los dos se enfrascan en un beso largo,
él acaricia el cuerpo de ella. Baja las manos por la pequeña espalda, hacia los redondas nalgas y
las piernas, las dos manos se quedan acariciando sus nalgas.
Padre Miguel: Zorra, tienes la piel de terciopelo, mis manos gozan al acariciar tu piel. Zorrita
estoy hirviendo.
Su miembro erecto me hincaba debajo de la barriga y me hacía cosquillas lujuriosas. Me monte
encima de él y le pase mis senos por su pecho, su barriga, baje a su miembro y se lo acaricie con
mis tetas, le masaje sus testículos con mis pezones y el Padre Miguel se movió como si le
estuviera entrando electricidad.
Subí le di un beso en la boca con lengua y después le puse un seno a la altura de su boca y le
dije: Despacio Padre Miguelito……….Me las chupo uno por uno y yo me moría de excitada. Ese
fue mi parte débil siempre y esta vez no iba a ser la excepción. Su pene parecía que estaba buscando donde meterse y mi vagina también quería recibirlo, pero me aparte, el abrió los ojos
y frunció el ceño como cuando me violo. Me dio un terror terrible.
Padre Miguel: Ven para aquí zorra, te la voy a meter, ya no aguanto!!!
Malena: Padre Miguel, lo voy a volver loco de placer, más que a Juan Manuel no es eso lo que
quería?, Quiero ser la yegua y usted el semental, déjeme colocarme para que me haga suya.
El Padre Miguel se levanta de la cama y Malena se pone de cuatro al filo de la cama, jala las
almohadas hacia ella, se apoya en ellas y levanta todo su hermoso trasero, listo para recibir al
Padre Miguel, que está parado delante de ella, extasiado mirando las nalgas de su hembra lista
para ser poseída.
Malena: Soy su hembra cójame, Mi clítoris está palpitando por su verga. Ya métamela por
favor..
Malena cierra los ojos esperando la embestida. El Padre Miguel le da una nalgada fuerte que
hace estremecer su cuerpo. Malena con los ojos cerrados recibe la palmada no tan estoicamente.
Malena: Ayyyyy. Que bruto.
El Padre se agarra el formidable miembro y se le hunde todo como queriendo hacerle sentir
todo de él. Malena abre los ojos grandes y después los voltea.
El Padre Miguel la penetra salvajemente agarrándole las caderas
Padre Miguel: Toma Zorra, trágate mi pene, echas fuego por tus nalgas, toma zoorra, toma.,
para que nunca quieras otro pene. Ramera. Solo el mio.
Malena: Asi, asi que rico, siga, siga, quiero mas,,mas. woooa me esta matando, que grande y
que rica, padre me gusta su verga, que rico, ahyyyyyyyyyyy, asi, asii, me gustaaaa. Siga, Siga, lo
siento todo adentro, que rico.
El Padre Miguel sigue penetrándola y golpeando sus nalgas con sus testículos. Saca el falo y lo
vuelve a hundir, una y otra vez. Malena levanta más la nalga y mueve las caderas, se menea, al
ritmo de las embestidas del cura que se ponen más bruscas.
Padre Miguel: Esto es demasiadooo, que lujuria siento por ti zorrita. aoooo, me excitas mucho,
te quiero llenar de mi semen.
Sentí que se venía, me hice a un lado y me lo saqué. Me agarro del brazo y me jaló
hacia él bruscamente.
Padre Miguel: Esta rico asi, no pares, zorrita linda..
Malena: Le voy a hacer algo más rico. Le voy a amarrar las manos para que no me pueda tocar.
Le voy a coger hasta sacarles los sesos.
El padre miguel se hecho en la cama con su miembro moviéndose de lado a lado. Agarré las
almohadas y se las coloqué debajo de la cabeza para ponerlo cómodo. Le amarré una mano con
mi brassiere y la otra con sus calzones blancos. Me subí encima de él.
Malena le agarra el miembro, se lo introduce poco a poco…. Cada centímetro le entra
libidinosamente, hasta sentarse de golpe y producir un sonido de cachetada con las nalgas:
“Sheteck”. Ahora tiene todo el miembro del Padre Miguel dentro. Se agarra de la cabecera de la
cama y mueve sus caderas en un vaivén, metiéndose y sacándose el pene, mientras el Padre
Miguel embiste cada vez que Malena se lo mete y se oye de nuevo el cacheteo de sus nalgas
cuando se sienta totalmente en el pene.
Padre Miguel: Zorra tu vagina está viva, me gusta cómo se come mi falo. Quiero que hables
como lo puta que eres!!!! Eres una ramera, que te encanta mi pene.
Malena: Si me gusta la verga, de todos los hombres, soy una ramera, una Mesalina como usted
me dice. Ahha, que rico me entra su verga. Ayy, me la estoy comiendo. Le gusta como lo cojo,
Padre Miguel, usted es mi macho, ayyy que ricooo, que cosa tan grande, me lo estoy comiendo
con mi vagina, que rico……se lo estoy mordiendo.
Padre Miguel: Sigue que rico, me gusta como fornicas zorra, ahhy, sigue…Asi, asi
Malena se movía cabalgando al Padre Miguel que le apretaba los senos y las nalgas con
ansiedad. Malena paro de improviso y se desmonto de él.
Padre Miguel: No por favor no, sigue me matas de placer.
Malena se hace a un lado y el abre los ojos con desesperación.
Malena: Le voy a hacer una cosa rica, le voy a violar con mi vagina.
Padre Miguel: Si hazlo pero ya quiero tu coño, zorrita, dámelo. No me hagas enfadar. Yaa!!!!!.
Dame tu Coñño!!!!!
Malena: Primero, lo voy a amarrar para que no me pueda tocar y esa sea su tortura.
Busqué como amarrarlo, usé mi brassiere y sus calzones blancos, le amarré las dos manos a los
postes de la cama y le puse un nudo fuerte para que no puede soltarse por sí solo. .
Malena se recoge el pelo castaño largo y se hace un moño. La cara de Malena ha cambiado, se fe
pérfida, mala, su bello rostro de muñeca se ve maléfico. El falo del Padre Miguel está
completamente erecto y Malena, le hace levantar las piernas y encoger las rodillas, viene encima de el, agarra su miembro y se lo introduce. Ella es la que se mueve, parece que ella es la que lo
está penetrando.
Malena: Te gusta cómo te cojo Miguelito?
Padre Miguel: Si me gusta, sigue. Esta rico. Ohhh, ahhhn que rico.
Malena se mueve salvajemente sacándose y metiéndose el pene.
Malena frunce el ceño y con el cabello recogido su rostro se parece al del muñeco Chucky.
Malena: Yo soy quien te cojo ahora, tu eres mi perra.
Padre Miguel: Me gusta este juego, si tú me estas fornicando, me gusta que me abuses, que rico,
me encanta.
Malena: Quien es mi perra ahora, dime quien, dime que tu eres mi perra. Si no lo saco.
Malena parece desquiciada, montada encima de él, el cuadro pintaba como si ella fuera el
agresor y el la víctima. Se lo sacaba y metía con rapidez y rabia.
Malena: Dime quien es mi perra ahora, habla quien es mi puta
Padre Miguel: Yo soy tu perra, tu puta. Hay que ricooom ahhhh ,
Padre Miguel: Ya no puedo, ya noooooooohooooo, ayyyyyyyyy,ooooohhhhhh. Ya me vengo
que ricoooo.. ahhhhhhh….aahhhhhhh.
El Padre Miguel se viene dando estertores como si tuviera epilepsia.
Padre Miguel: Uff, que rico me fornicaste zorrita. Ya desátame, se me adormecieron los brazos.
Malena se levanta, se acerca a la mesa de noche, con las dos manos levanta la vieja lámpara de
metal sobre la cabeza del Padre Miguel que esta con los ojos cerrado todavía recuperándose de
la faena sexual. Malena le estrella la lámpara en la cabeza rompiéndole la ceja y haciéndole
perder el conocimiento. Un chorro de sangre baja por la ceja del rostro del sacerdote desnudo.
Pasaron breves minutos, Malena esta vestida parada frente a la cama, observándolo con
desprecio. Agarra un balde de agua fría y se la hecha en la cara del Padre Miguel: El agua lo
hace volver en sí y le lava un poco la sangre de la cabeza. Tiene las piernas abiertas, porque sus
pies también están amarrados a los postes de la cama.
Padre Miguel: Ohoo, ayyy. Que has hecho insensata. Zorra del demonio
Malena: Le dolió el golpe? Cura hijo de perra, a mí también me dolió que me golpearas.
No te enseñó la Zorra de tu madre que a una mujer nunca se le pega.
Padre Miguel: Eres una zorra, te voy a hacer pagar esto.
Malena: La Zorra es tu madre por haber parido a un monstruo como tú. Yo me llamo Malena,
insecto.
Malena saca una vela del candelabro, y la apaga, pone la base de la vela en el fuego de otra vela
y la cera comienza a derretirse. Malena gira la vela y la cera derretida alrededor de la vela hace
que se asemeje a un pene.
Padre Miguel: Noo, noo, que estás haciendo Zorra Maldita, no, nooooo.
Malena le introduce la vela goteando de cera al ano. Se lo mete hasta que sus manos chocan con
sus nalgas.
Padre Miguel: NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.AYYYYYYYYYYYYY
Malena: ESO ES LO QUE SIENTE UNA MUJER CUANDO LA VIOLAN, CURA HIJO DE
PUTA!!!!!!!!!!
Me puse mi vestido y salí corriendo de esa maldita casa donde nunca debí haber entrado.
Esa misma noche me fui a la capital y al día siguiente me encontraba sentada volando a Estados
Unidos.
Miré por la ventana del avión y vi a lo lejos la ciudad donde fui tan feliz. . Lloré por Juan
Manuel, cuanto lo amo por Dios, que fue lo que hice.
No podría haberle visto a los ojos. Le mande una carta diciéndole que no me esperara, que
quería ir sola primero, vivir sola en la Universidad. Sé que no me creerá y se volverá loco. Sufro
al pensar en lo que pensara o dirá:
Malena, mira su mano y se fija en el anillo de diamantes, se lo saca y lo pone en su cartera. Su
mirada es triste y lágrimas corren por sus mejillas, voltea hacia la ventana del avión para no ser
vista por los demás pasajeros.
Malena: “ Oh Dios mío perdóname por todo lo que hice, a mi hazme pagar todo pero que Juan
Manuel no sufra por favor”, Oh Mi Dios, que sea feliz con alguien. Dios ten misericordia de mí,
que no esté esperando un hijo, no sabría de quien es.
Mi vida estaba fragmentada en pedazos. Sería imposible reconstruirla.



FIN
Reviewed by Anónimo on agosto 23, 2016 Rating: 5

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