Parafilias sexuales, ¿las conoces?
Las parafilias son
pautas del comportamiento en las que la fuente principal del placer sexual
procede de una característica, actividad u objeto que no es la relación sexual
en sí misma. A partir de aquí, existen más parafilias de las que podríamos
imaginar. Hay algunas que se consideran delito, como la necrofilia, la
pedofilia o la zoofilia, hay otras más inofensivas que se pueden quedar en el
ámbito de la pareja y cuentan con el consentimiento de ambos (bondage,
fetichismo…), y otras directamente extrañas, como la formicofilia (excitación
sexual al reptar hormigas, caracoles o gusanos sobre los genitales.
Considerar un comportamiento sexual
como una parafilia depende de la época, la sociedad, los tabúes… Antes, la
masturbación se consideraba parafílica. Ahora, entendemos que el erotismo
individual es bastante amplio y libre. Una persona puede tener preferencias o fantasías
sexuales insólitas, pero no se considera un problema hasta que ese patrón se
convierte en la única manera de excitarse… o hasta que incluye a personas cuya
integridad o libertad resulta vulnerada.
Lo “bonito” de las parafilias es
que hacen que no nos sintamos solos. Por muy extraño que te creas al excitarte
con el plástico de burbujas, seguro que hay alguien ahí fuera al que le ocurre
lo mismo. ¡Incluso seguro que tiene nombre!
Centrándonos en algunas de las parafilias más
comunes:
- Exhibicionismo
Implica fantasías, impulsos o
comportamientos de exposición de los genitales a una persona desconocida que no
lo espera. ¿Quién no se ha encontrado con un tipo así en el tren o en la misma
calle? No resulta agradable. Hay otros tipos de exhibicionismo, como excitarse
al practicar sexo en público y ser observado.
- Fetichismo
Utilización de fetiches u objetos no
animados para poder lograr la excitación sexual. Desde ropa interior, zapatos,
juguetes sexuales… la imaginación es ilimitada. Se puede introducir en la vida
sexual en pareja con más o menos facilidad según el objeto en cuestión.
- Froteurismo
Consiste en tocar y rozar a una
persona en contra de su voluntad. Un clásico del metro o del Rastro. Otra
parafilia bastante desagradable, ya que implica el no consentimiento de la
persona frotada.
- Sadismo
sexual
Consiste en obtener satisfacción
sexual a costa de humillar y/o hacer sufrir física y psicológicamente a otra
persona. Para poder dar rienda suelta a estas fantasías hay que encontrar a
alguien que disfrute siendo dañado o al menos que quiera experimentar. Se ha
puesto muy de moda con el famoso libro del millonario guaperas. Si eres un
sádico bajito, pobre y sin mirada profunda a lo mejor lo tienes más difícil.
- Masoquismo
sexual
Consiste en excitarse siendo
humillado, pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento. A veces se
queda en fantasía, pero si tienes suerte, te emparejas con una persona sádica
que te comprenda y disfrute haciéndote sufrir.
Es una práctica erótica basada en la
inmovilización del cuerpo de una persona. Las ataduras pueden hacerse en una
parte del cuerpo o en su totalidad, utilizando cuerdas, cintas, telas, cadenas,
esposas… También se pueden usar mordazas o elementos que priven los sentidos.
- Voyeurismo
Los voyeurs se esconden para observar
a personas desnudas, desvistiéndose o mientras mantienen relaciones sexuales.
Pueden ser bastante inofensivos ya que no buscan contacto con la persona o
personas a las que espían. Hay foros de voyeurs donde se ponen en común lugares
públicos de diferentes ciudades que eligen parejas sin casa ni coche para
practicar sexo.
- Asfixiofilia
Las personas con asfixiofilia sienten
placer sexual al obstaculizar o impedir la respiración (propia o de la pareja)
durante la relación sexual. Requiere siempre que se realice con el
consentimiento de la otra persona y sin llegar a causarle daño. Se comenta que
el actor David Carradine murió por asfixia autoerótica durante una
masturbación. Hay que tener mucho cuidado con estas prácticas.
¿Conocías estas parafilias sexuales?, ¿sueles
practicarlas? Cuéntanos todo en los comentarios. Te esperamos

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