RELATO ERÓTICO. TODO QUEDA
EN FAMILIA
Le agarré fuerte la entrepierna.
Sabía que eso le haría reaccionar. Intentó disimular su cara de asombro
mientras seguía hablando con los demás integrantes de la mesa
Aprovechando que todos miran sus
platos, le bajo la cremallera y le toco por encima del calzoncillo. Me mira, me
hace ademán de que está incomodo. Siento como me humedezco. Oh si, quiero
poseerlo.
– Si me disculpan, voy al baño.-
Digo, y sin mas preámbulos retiro la silla y me levanto. Mi marido me coge por
el codo, me detiene.
– Cielo, estás bien?.- Me dice con
cara de preocupado. Asiento y sigo mi camino.
Llego al baño. Llevo un precioso
vestido que mi marido me regaló hace una semana especialmente para este día.
Celebramos nuestro décimo aniversario con la familia. Están su hermano Jorge,
su hermana Isabel, mi hermana Clara, su marido Joel, mi mejor amiga Laura,
Pablo, Jesus y Pedro que son amigos de Damian, que es mi marido y mi amor. Me
quito las bragas, me las guardo en el bolso, me enciendo un cigarrillo. Me miro
al espejo. Respiro. Estoy húmeda y caliente. Espero. De pronto él llega. entra
por la puerta.
– Nena, no me gustan estos
juegos, ya lo sabes. ¿No ves que pueden vernos?.- Sin hacerle mucho caso, me
acerco a él, cojo su mano y la meto en mi entrepierna.
– Esto es por ti.- Le susurro a
la oreja. – Ahora fóllame. Y sin mas que decir, me mira, me besa con pasión
mientras su mano sigue en mi entrepierna. Me excito, gimo en su boca. Me agarra
del culo con las dos manos, me levanta. Me empotra contra la pared. Le
desabrocho el pantalón, le bajo los calzoncillos y me penetra. Con fuerza.
Gimo. Gime.
– Rebeca me pones enfermo. Me
excitas, me pones nervioso, me haces desearte cada dia mas y mas.- Le beso para
que se calle y sigue dandome lo mio. Una, dos, tres y hasta 10 veces mas. Lo
noto, siento que me deshago por dentro. Y el nota los espasmos de mi vagina. Lo
veo. Me toma la boca de nuevo para apaciguar mis gemidos. Gritos ahogados de
los dos. Nos besamos. Me mira. Le miro. Me mira y me mira mas. Me baja. Cojo
las bragas de mi bolsillo. Me las pongo. El se acomoda el pantalón. Salgo del
pequeño habitáculo en el que nos habíamos metido por si alguna otra señora
decidía entrar al baño de señoras. Me miro al espejo, me acomodo el pelo. Él ya
ha salido. Cojo el cigarrillo que había dejado en la pica del baño. Está
totalmente consumido. Me enciento otro. Me miro. Me gusta lo que veo. Me siento
relajada.
Salgo del baño. Voy a la mesa.
– Cielo, has tardado mucho.
¿Estás bien?.- Me pregunta mi marido. Asiento y le sonrío. Le doy un pequeño
beso en los labios y eso le tranquiliza. A lo poco llega Jorge. Me mira, le
miro, le sonrío discretamente y es sus labios puedo leer que me dice. “Te
deseo”.

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